La discapacidad auditiva infantil obedece a diferentes causas que incluyen prenatales, durante el alumbramiento, congénitas o a causa de infecciones y enfermedades.

Tipos de discapacidad auditiva infantil

El deterioro auditivo puede estar presente en el nacimiento o desarrollarse en una etapa posterior durante la infancia o la edad adulta. Los síntomas de la pérdida de audición pueden variar dependiendo de la causa. La pérdida auditiva puede desarrollarse gradualmente con el tiempo, sobre todo para los factores asociados con la exposición al ruido y la edad.

Clases de pérdida auditiva

Existen 3 tipos principales de pérdida de la audición:

  • Pérdida de audición conductiva. Se trata de la que se produce cuando el sonido no se transmite de manera eficiente dentro del oído externo. La pérdida de audición conductiva, en general, disminuye la agudeza auditiva y los sonidos se perciben como débiles. Las causas más frecuentes son la obstrucción de un tapón de cera, o la acumulación de líquido por una infección de oído.
  • La pérdida auditiva neurosensorial reduce la capacidad para oír sonidos suaves. Se trata del tipo más común de pérdida de audición permanente. Se produce cuando existe un daño a nivel de las células ciliadas en el oído interno (cóclea) o las vías nerviosas. La pérdida de audición neurosensorial suele ser resultado del envejecimiento o de un traumatismo.
  • Hipoacusia mixta. Se produce cuando existen daños de forma simultánea en el oído medio o el externo y el oído interno (cóclea) al nivel del nervio auditivo.

Grados de severidad de la discapacidad auditiva

El nivel de pérdida en una persona de audición se determina mediante la realización de una prueba. Consiste en determinar el volumen mínimo de sonido que el paciente es capaz de oír, medido en decibelios (dB). Algunos trastornos del oído, tales como tinnitus, no necesariamente implican una pérdida de audición. Existen 4 niveles de pérdida auditiva:

  1. Pérdida de audición leve (déficit acústico entre 25 y 39 dB). Una pérdida de audición leve puede hacer que sea a veces difícil de seguir un discurso, especialmente en un entorno ruidoso.
  2. Pérdida auditiva moderada (déficit acústico entre 40 y 69 dB). El paciente puede tener dificultades para seguir una conversación o discurso sin audífono.
  3. Pérdida de audición severa (déficit acústico entre 70 y 89 dB). Las personas, por lo general, tienen que utilizar algún tipo de comunicación alternativa, como leer los labios o el lenguaje de signos; también con el uso de un audífono.
  4. Sordera o hipoacusia profunda (déficit acústica mayor de 90 dB). Personas completamente incapaces de oír un sonido. Los pacientes a menudo pueden beneficiarse de un implante coclear.

La intensidad del sonido de algunos ruidos comunes

La siguiente tabla comparativa muestra algunos sonidos familiares junto al ruido que generan. Los sonidos del rango de 100 dB pueden causar lesiones auditivas. La tabla sirve para conocer el daño que puede causar una exposición continuada a ciertas intensidades y, por otro, hasta donde llega la agudeza auditiva del paciente en las pruebas de audición.

Rango seguro

  • 20 decibelios. Reloj que hace tic tac.
  • 30 decibelios. Hablar en un susurro.
  • 50-60 decibelios. Sonido de una conversación a volumen normal.
  • 80 decibelios. Sonido de una alarma de reloj despertador.

Rango de riesgo

  • 85-90 decibelios. Ruido de un secador de pelo.
  • 100 decibelios. Ruido de un concierto de rock.
  • Hasta 130. Ruido de un martillo neumático en una obra.

Rango de lesión

  • 120 decibelios. Sonido de la sirena de una ambulancia
  • 140 decibelios (umbral del dolor). Sonido de los motores de un avión al despegar.
  • 180 decibelios. El lanzamiento de un cohete espacial.

Síntomas de la discapacidad auditiva

Los signos y síntomas asociados con la pérdida de audición pueden incluir:

  • Ciertos sonidos parecen amortiguados.
  • Ciertas palabras resultan difíciles de entender. Tampoco se pueden seguir bien las conversaciones, especialmente cuando existe ruido de fondo.
  • Se solicita a menudo a los interlocutores que hablen más despacio, más alto o más claro.
  • La persona necesita aumentar el volumen de la tv o la radio.
  • Mareos o sensación de falta de equilibrio, como en los casos de enfermedad de Ménière o neuromas acústicos.
  • Se siente presión en el oído por alteraciones del líquido tras el tímpano.
  • Zumbido en los oídos (tinnitus).

Los signos de pérdida de audición en niños

Los niños pueden someterse a pruebas auditivas tras las primeras semanas tras del nacimiento. Sin embargo, algunos signos pueden sugerir a considerar una evaluación adicional, por ejemplo, si notas en tu hijo los siguientes signos:

  • El bebé no se asusta con los ruidos fuertes.
  • Durante sus primeras ocho semanas de vida, el pequeño no genera sonidos de forma espontánea.
  • El niño manifiesta un retraso en el aprendizaje a la hora de pronunciar sus primeras palabras, o no resultan claras cuando por fin habla. El retraso de aprendizaje no implica retraso mental. Consiste en que el niño tarda más en aprender algo en relación a la media de niños de su edad.

Pérdida de audición conductiva en niños

Esta condición suele darse con frecuencia por una obstrucción que bloquea el conducto auditivo. La pérdida de audición conductiva implica una reducción en el nivel de sonido percibido por el niño, o la incapacidad para escuchar sonidos débiles. Se produce cuando los sonidos no son capaces de llegar hasta el oído interno. Las causas más probables de la pérdida de audición conductiva son:

  • Ausencia o malformación de la aurícula, el conducto o el oído del oído medio.
  • Presencia de líquido del oído medio.
  • La infección del oído, como la otitis media; o del canal auditivo, como la otitis externa.
  • Alergia, como la otitis media serosa.
  • Ciertos tumores benignos.
  • Acumulación gradual de cerumen. Puede bloquear el canal del oído y evitar la conducción correcta de las ondas sonoras. Un tapón de cerumen causa pérdida auditiva leve en personas de cualquier edad. El remedio, sencillo, consiste en la eliminación del exceso de cerumen.
  • Perforación del tímpano. Se trata de la rotura de la membrana timpánica por cambios en la presión (buceo), por una infección o por un traumatismo.
  • Es el endurecimiento del estribo en el oído medio que provoca que la transmisión de sonido menos eficaz.

Pérdida auditiva neurosensorial infantil

Se produce cuando se dañan las células ciliadas dentro de la cóclea o las vías nerviosas relacionadas con ella (oído interno). Las condiciones pueden ser, entre otras:

  • Sordera congénita que se manifiesta de nacimiento o al pasar el tiempo. Se debe a factores genéticos, como el síndrome de Down, o a ciertas complicaciones durante el embarazo o el alumbramiento.
  • Factores no hereditarios, como la diabetes gestacional, asfixia neonatal (falta de oxígeno al nacer), ictericia grave en el período neonatal (pueden dañar el nervio auditivo en el recién nacido).
  • Trauma acústico por la exposición prolongada a ruidos fuertes que causa lesiones en el oído interno. Traumatismos en la cabeza.
  • Presbiacusia, o pérdida de la audición relacionada con la edad por la degeneración de las células sensoriales.
  • Enfermedades infecciosas de la infancia que afectan al oído interno, como las paperas; o al nervio auditivo, como el sarampión.
  • Otitis crónica. Además de provocar pérdida de audición, en ciertos pacientes puede provocar complicaciones potencialmente mortales, como la meningitis.
  • Síndrome de Ménière. Asociada al tinnitus, produce sensación de obstrucción en el oído, mareos y pérdida de la audición.
  • Neuroma acústico. Tumor benigno que afecta al nervio auditivo.
  • Trastornos neurológicos como accidentes cerebrovasculares, o ELA. múltiple y el » accidente cerebrovascular pueden tener un efecto sobre la audiencia.
  • El uso de fármacos ototóxicos a cualquier edad.