Identifica la adicción a los videojuegos

¿Cuándo se traspasa la línea entre la afición y la compulsión? ¿cuándo el niño es un gamer, y cuando ha caído en la adicción a los videojuegos? Una adicción, del latín Addictus (esclavo por deudas) se define como la búsqueda patológica de la recompensa -o alivio- a través del consumo de una sustancia o la realización de ciertas conductas.

Los niños de la era de Internet recurren menos a las bicicletas y prefieren los ordenadores, consolas o smartphones. Estos dispositivos ofrecen la oportunidad de acceso permanente al ocio electrónico. Sin embargo, el pasatiempo puede desembocar en una interacción desmesurada con el software y perjudicar la vida familiar, los estudios e incluso provocar serios problemas de salud física y mental.Children gaming

No necesariamente son adictos los jóvenes que hacen uso frecuente de estos aparatos, pues para que exista adicción han de aparecer los síntomas asociados. Puede comportarse como adicto alguien que juega menos horas que otra persona que juega más tiempo, pero lleva una vida funcional y puede detener el juego a voluntad. La adicción a los videojuegos sería la constante necesidad de jugar y la abdicación de la voluntad ante ella, incluso en momentos inadecuados y perjudiciales para la persona. En los casos graves, el afectado renuncia a comer y a dormir por periodos de tiempo dañinos para la salud.

 

Ciertos videojuegos constituyen un entrenamiento mental cuyo uso moderado aporta ventajas a los niños. Agudizan la actividad deductiva y la capacidad de decisión; trabajan mejor en equipo y mejora su capacidad de encarar los retos; estimulan su razonamiento lógico; mejoran la coordinación mano-ojo y la rapidez en los actos reflejos.

La afición a los videojuegos se transforma en adicción cuando interfiere en la vida cotidiana del niño a nivel familiar y laboral, si deja de relacionarse con amigos o falla en su asistencia a clase. El niño necesita desarrollarse en contacto con el mundo que le rodea, socializar y hacer ejercicio. El adicto desdibuja el límite entre realidad y ficción, se vuelve insociable y sedentario y evita la actividad física. Prefiere estar encerrado en casa consigo mismo a salir al mundo.

Síntomas de la adicción

Cuando cuando un niño cae en la compulsión, el juego interfiere en su vida cotidiana y aparecen síntomas de abstinencia al interrumpirlo. Se siente mal, se muestra irritable y duerme peor. Entre otras señales del comportamiento del niño, los padres deben estar atentos a:

  • Trastornos del sueño.
  • Distanciamiento de la familia y amigos. Los amigos le advierten sobre su manera de jugar problemática, o cuando está con ellos o en la escuela se preocupa por cuándo volver a jugar.
  • Desinterés por lo que eran sus actividades favoritas -aficiones, deportes o estudios-, por seguir jugando.
  • No respetar los horarios estipulados.
  • Problemas con los estudios o ineficiencia en el trabajo.
  • Volverse agresivo e irritable cuando lleva rato sin jugar, o si se le fuerza a interrumpir la partida.
  • Pasa más tiempo jugando del que quisiera; pierde la capacidad de controlarse.
  • Su frecuencia de juego es diaria en sesiones de más de 4 horas.
  • Apuesta dinero por aumentar las sensaciones cuando juega

Los padres deben de consultar con un especialista si aparecen una o varias de esas señales. El profesional les indicará cuál es el tratamiento adecuado de acuerdo a la edad del joven y la gravedad de la situación.

Causas de la adicción a los videojuegos    

peopleEl circuito de la adicción es un circuito cerebral presente en el ser humano y en los animales; se trata de un instrumento de supervivencia cuyo centro es el Núcleo Accumbens. El Núcleo libera un neurotransmisor llamado Dopamina ante las conductas naturales básicas para la supervivencia, como puede ser comer o el sexo; por ello dichas conductas se graban en nuestro cerebro como esenciales y las repetimos una y otra vez para sobrevivir. La activación del circuito de recompensa facilita el aprendizaje y de él depende la sensación de euforia y el desencadenamiento de los efectos conductuales de las sustancias adictivas.

Cuando un adicto juega, aumenta la dopamina en el núcleo Accumbens y ello provoca que su cerebro aprenda que el acto de jugar es esencial para la supervivencia. El comportamiento de consumo termina por llevarse a cabo no por placer, sino para evitar los afectos negativos de la abstinencia, pues aunque se juegue ya nunca se alcanzaran los niveles de recompensa de las primeras veces que se jugó.

El día a día supone una prueba de obstáculos para el niño. Cuando se aferra a su ordenador, le resulta más cómodo que lidiar con los problemas vitales y sufrir las consecuencias. A pesar de la juventud, los niños afrontan sus propios problemas y conflictos y necesitan aprender a resolverlos; y los videojuegos representan una evasión ante las frustraciones. Hay niños que carecen de facilidad para relacionarse con los demás y, si acceden sin límites a un estímulo permanente que crea adicción, pierden el contacto social.  

Consecuencias

La tendencia al sedentarismo y a la obesidad infantil es uno de los problemas que padecen los niños adictos a los videojuegos. Renuncian a la actividad al aire libre, vegetan frente a la pantalla y recurren a la comida rápida por no parar de jugar. En consecuencia, se dispara el riesgo de  alteraciones cardiovasculares  o de sufrir infartos de miocardio en la edad adulta joven.

Con frecuencia, los niños sufren insomnio por el uso de las videoconsolas. La luz led de las pantallas puede causar daño ocular y alteraciones el sueño, tanto en su estructura como en la conciliación. El deterioro de la calidad del sueño afecta al rendimiento escolar, a las relaciones familiares y a la salud mental. La ansiedad, irritabilidad e ira son otros de los síntomas de una posible adicción. La Asociación Española de Pediatría recomienda menos de dos horas de videojuegos diarias y nunca antes de dormir.

Como combatir la adicción infantil a los videojuegos

El tratamiento posee una diferencia de enfoque entre los adultos y menores, ya que la mayoría de los adultos acuden a terapia por sí mismos tras reconocer su adicción; mientras que niños y adolescentes van obligados por los padres y no reconocen su problema ni entienden su situación.

Video GameEl tratamiento para la adicción, tanto en adultos como en menores, debe de ser personalizado, con el descubrimiento de las causas que llevaron a ella y la intervención de forma conductual.

Se interviene mejor en terapia de grupo. En otras compulsiones se puede evitar el contacto con la sustancia, pero en el caso del adicto a los videojuegos, que asocia el ordenador con la compulsión, no podemos privarle de una posible herramienta de trabajo. Por tal razón se emplean tratamientos similares a los que controlan la adicción a la comida o al alcohol, pues los adictos aprenden a convivir a diario con el objeto disparador de la adicción. Estas personas logran volver a ser dueños de sí  mismos.

¿Se puede prevenir?

Las medidas de prevención por parte de los padres son:

  • Jugar siempre que puedan con el hijo.
  • Imponer límites para que los niños no excedan más de 4 ó 5 horas semanales de juego.
  • Crearles una rutina de actividades de ocio al aire libre y con otros niños.
  • Aficionarle a alguna actividad deportiva.