reconocer-y-guiar-las-emocionesDurante el VII Encuentro de la Asociación Pedagógica Francesco Tonucci (APFRATO), que se celebró durante los días 3, 4 y 5 de junio de 2016 en Granada, Akros tuvo la suerte de participar con un stand, en el que promocionamos nuestro juego “Reconocer y guiar las emociones” un juego que sirve para ayudarnos a conocer tanto las emociones que sentimos como a reconocerlas en las personas que nos rodean.

Estamos muy orgullosos de este juego porque ha sido concebido en colaboración con Mar Romera, que es la especialista en Inteligencia Emocional y Presidenta de la APFRATO.

 

Quién es Francesco Tonucci

Para saber quién es Francesco Tonucci podemos empezar por decir que es un maestro y pedagogo al que le encantan los niños, investigador del Instituto de Psicología del Consejo Nacional de Investigaciones de Roma, que ha dedicado toda su actividad profesional a estudiar tanto el pensamiento como el comportamiento de los niños dentro de sus diferentes entornos, es decir, la escuela, la familia y la ciudad.

El dice que es necesario que los niños jueguen y por eso creó su personaje FRATO, un personaje cuyo proyecto es que todos podamos ver el mundo con “ojos de niño”.

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Por qué debemos guiar nuestras emociones

A lo largo de la historia, siempre se ha pensado que quienes eran inteligentes eran las personas que conocían y dominaban el lenguaje de las matemáticas y de las ciencias, aquellas personas que tenían un alto grado de coeficiente intelectual, pero en la actualidad sabemos que son las emociones las que son capaces de determinar nuestras conductas, nuestras buenas o malas elecciones, nuestra forma de vivir y la respuesta que elegimos.

Durante los años 80, Gardner nos propone la teoría de las inteligencias múltiples, algo que nos ayuda a demostrar, que cada uno de nosotros somos una combinación de nuestras debilidades y nuestras fortalezas. Dos de esas inteligencias propuestas por Gardner eran la interpersonal y la intrapersonal, pero en el año 1990 Salovey y Mayer las unen y las combinan formando el concepto de Inteligencia Emocional.

La inteligencia emocional es la habilidad para poder utilizar las emociones y los sentimientos, diferenciando entre si y utilizando el conocimiento adquirido, para poder conducir las acciones e incluso la propia forma de pensar.

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El modelo de las emociones de Roberto Aguado

Hoy en día, los modelos de neurociencia avanzan de forma más explicativa, siendo hasta hace poco modelos que nos hablaban de las emociones básicas como el miedo, la ira, el asco, la tristeza, la sorpresa y la alegría. Las nuevas tecnologías que se pueden aplicar al conocimiento y al diagnóstico del cerebro, nos ayudan a comprender determinadas respuestas, tanto químicas, como motrices o fisiológicas que cada patrón emocional provoca en nuestro cerebro.

Roberto Aguado, Psicólogo clínico especializado en emociones, estuvo presente en el VII Encuentro APFRATO, y nuestro juego se basa en su modelo de las emociones. El considera que tener inteligencia emocional es saber elegir adecuadamente la emoción que corresponde en cada momento, es decir, escoger la emoción adecuada más acertada de entre todas las opciones posibles que tienes a tu alcance, dentro de un contexto, en el momento en el que te encuentres y con el grado de intensidad que deba.

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Roberto Aguado nos dice que son en realidad diez las emociones básicas que existen y no seis, añadiendo a: miedo, ira, asco, tristeza, sorpresa y alegría otras cuatro que son: culpa, curiosidad, admiración y seguridad.

Todas las emociones son igual de necesarias, y se deben considerar como las respuestas que se adaptan a nuestro entorno para garantizar nuestra supervivencia, no como algo positivo ni negativo, sino como algo más agradable o más desagradable, según la persona que la viva en cada momento.

Juegos de inteligencia emocional para reconocer y guiar las emociones

La educación emocional es fundamental para poder aprender a gestionar las emociones, a reconocerlas en nosotros mismos y en quienes nos rodean. Para ello podemos utilizar juegos de inteligencia emocional que nos ayudarán a gestionar de la mejor manera todas las emociones que sentimos, sobre todo en los primeros años de nuestra vida.

Son juegos perfectos para los más pequeños, ideales para jugar en familia y muy educativos. Además nos ayudarán a desahogarnos y a comprender qué nos pasa o por qué nos comportamos de determinada forma.

Además son juegos a los que se les puede sacar mucho partido ya que permiten muchas posibilidades, por ejemplo, con el juego sobre “Reconocer y Guiar las Emociones” son varias las posibilidades de juego.

 

Reconocer las emociones: descripciónSTAND AKROS EN APFRATO_01

Para reconocer las emociones debemos conocer, al menos de forma simple, cual es la definición de las emociones a las que nos estamos refiriendo.

Alegría

Nos provoca una sonrisa, que eleva la comisura de nuestros labios, se nos acelera ligeramente el ritmo cardiaco y nos aparecen arrugas en la zona de alrededor de los ojos. Elevamos el tono de la voz.

Los sentimientos que nos provocan alegría son más fáciles de recordar y se quedan grabados con mayor facilidad en nuestra memoria.

Tristeza

Nuestro noto muscular se reduce y nuestra frecuencia cardiaca aumenta así como el volumen sanguíneo. La parte inferior de nuestras cejas se eleva y el párpado superior se pliega. Los ojos aparecen más caídos, las comisuras de los labios más decaídas, cabeza inclinada y mirada hacia abajo. La voz es más áspera.

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Ira

Nuestro cuerpo presenta una tensión muscular alta, con el ritmo respiratorio elevado y una respiración torácica agitada. La sangre nos sube a la cabeza y a las extremidades superiores, lo que nos produce una sensación de calor.

Mirada perdida y fija, labios apretados y en tensión, con los orificios nasales dilatados. Cara enrojecida y puños cerrados.

Asco

La nariz aparece arrugada así como el labio superior algo elevado. Descenso de la presión sanguínea y se contrae el músculo que estrecha los ojos y frunce la nariz. Las cejas se contraen y la comisura de los labios se tensa.

Boca cerrada y dientes apretados, con la respiración muy entrecortada, casi parada.

Culpa

La mirada hacia abajo con las manos en la cara o sobre la cabeza, el rostro hacia abajo y los ojos casi cerrados. Sensación de calor y ruborización. En ocasiones puede morder el labio inferior y puede aumentar la frecuencia en el parpadeo.

Los movimientos son más lentos y el tono de voz más bajo.

Miedo

Las cejas se curvan hacia arriba y los párpados superiores se caen, el entrecejo se frunce y se estiran los labios. La respiración aumenta y la sangre bombea hacia las extremidades inferiores. La cara palidece y la mirada se queda fija.

Seguridad

Con la mirada directa y la musculatura relajada, la cabeza bien recta pero sin levantar la barbilla, con total simetría y calma. Una postura relajada y erguida.

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Curiosidad

Con los ojos muy atentos y muy abiertos, la mirada fija, con la máxima atención, visual y auditiva. El labio superior en pico y la boca entreabierta con una leve sonrisa. Todo el cuerpo en tensión.

Admiración

Los ojos se quedan fijos en la persona que están admirando, con brillo y ternura, con las cejas elevadas y muy abiertos. La boca ligeramente abierta y con una sonrisa.

Sorpresa

Los ojos se tornan redondos, muy abiertos, los párpados superiores suben y la boca se abre de forma redonda.