Los términos integración e inclusión suelen usarse como sinónimos en muchos sectores y uno de ellos donde es más  fácil confundirlos es la educación, pero los modelos educativos de integración e inclusión son diferentes en sus objetivos, metas y lo que buscan alcanzar para que haya de verdad un respeto para quienes dentro de este contexto tienen alguna discapacidad o una diferencia del común de los estudiantes.

Por eso es fundamental conocer las diferencias entre uno y otro concepto, para saber cuál es un modelo de integración y cuál es el modelo de inclusión, porque si bien puede parecer que tienen algunas características comunes, en la práctica y el fondo son dos concepciones distintas. La inclusión va un paso o unos pasos cualitativos más avanzados que la integración, y por ende los resultados de este modelo serán mejores en términos de calidad y de ayuda al estudiante.

Un modelo de integración, según la maestra Iris Carceller, es aquel “proceso en el que los alumnos con discapacidad se adaptan al resto de la comunidad educativa”. Basados en esta definición entendemos que le corresponde al estudiante con necesidades especiales entonces seguir las normas, reglas y mecanismos que existen dentro de esa comunidad, aunque para él resulte más difícil. Aunque se integre al resto de sus compañeros, dentro de ese sistema se marcan diferencias entre “los normales” y quienes tienen una discapacidad, que lo obligará a estar dentro de un subgrupo dentro de esa comunidad.

En cambio la inclusión educativa parte de que esa discapacidad, más que una diferencia del alumno es el punto de partida o una característica que implica entender esa singularidad del estudiante y a partir de allí la comunidad educativa se adapta completamente al alumnado, para definir una relación de igualdad entre todo el sistema y no segregando a quienes tengan esas “características” o condiciones que son diferentes a las del resto de los alumnos.

Carceller explica que “la inclusión valora la diferencia como una oportunidad de enriquecimiento de la sociedad basado en principios como la equidad, la cooperación y la solidaridad, en cambio a un sistema de integración la diferencia se ve como una característica determinante para pertenecer a un grupo diferente, es decir, como a un subgrupo dentro del grupo grande”.

En los países con sociedades más desarrolladas se está cambiando el concepto de educación de integración por uno de educación de inclusión, partiendo de que mientras la integración busca “normalizar la vida de los alumnos con necesidades educativas especiales”,  la inclusión va un paso más allá, porque parte del reconocimiento y valoración de la diversidad como un derecho humano, y en vez de diferencias ve diversidad,  por lo que se refiera a todas las personas del modelo para una nueva forma de relacionarse, que no está presente en la integración.

Una de las diferencias es que por ejemplo se habla de cambios curriculares en integración para adaptar al estudiante con una discapacidad o diversidad funcional para que se nivelen las diferencias entre los alumnos, pero la inclusión se refiere a estandarizar que todos los alumnos estén en un mismo nivel para comenzar a generar un proceso diferente de socialización educativa.

Por eso, la inclusión es distinta y se trata de un modelo socio-comunitario en el que el centro educativo y la comunidad escolar están implicados, lo que se traducirá en una mejor calidad de vida para los estudiantes y todos los miembros que conforman esta comunidad en su conjunto.

Porque la inclusión no busca uniformar u ocultar las diferencias entre los alumnos, sino a partir de la diversidad generar valores como la equidad, cooperación y solidaridad, sabiendo que cada persona es distinta, pero esa particularidad del otro es lo fundamental para que se comprenda y se generan estos principios o valores entre los alumnos.

La inclusión valora las diferencias como un factor de enriquecimiento personal y social, que debe generar en los centros educativos una verdadera conciencia social de la situación de cada una de las personas que componen la comunidad educativa, para generar un cambio de conducta, un concepto donde se aprecien las singularidades para una convivencia que no las use para segregar o separar, sino para enriquecerse de ellas.

Además, la integración parte de que quienes tienen diversidades son los que deben adaptarse la modelo para que no se vean diferencias y exista una uniformidad, en la inclusión se fomentan sus particularidades para generar una nueva forma de aprendizaje, donde cada alumno respeta, reconozca y sea solidario con el otro, y tenga conocimiento que la diversidad es un concepto de la vida misma.