La motricidad fina se va perfilando a través del tiempo, mediante la experiencia en aciertos y equivocaciones, en reintentar una y otra vez, hasta que se consigue el objetivo.

 

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Qué es la motricidad fina

La capacidad para coordinar músculos, nervios y huesos para poder conseguir un movimiento pequeño que requiera cierta precisión. Por ejemplo coger algo de pequeño tamaño con los dedos pulgar e índice.

Por el contrario, la motricidad gruesa sería el control de músculos, nervios y huesos con el objetivo de mover algo grande.

Los diferentes factores que pueden afectar a la motricidad fina y a su desarrollo pueden ser problemas del cerebro, de la médula espinal, de los nervios perfiféricos, los músculos, articulaciones, etc. Todos ellos pueden afectar al desarrollo correcto de la motricidad fina, como vemos por ejemplo en personas que padece Parkinson.

Evolución de la motricidad fina el primer año

Hasta los dos meses: reflejo Prensil

Al rozar la palma de su mano, el niño inconscientemente cerrará el puño. Algo que seguirá haciendo hasta los cinco meses aproximadamente.

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De dos a cuatro meses: coordinación ojo mano

Etapa de ensayo y error, en la que el niño empezará a descubrir con sus manos, y poco a poco a utilizar la vista para seguirlas.

De cuatro a cinco meses: máximo nivel de alcance

El bebé podrá agarrar cualquier objeto que tenga cerca de el, a su alcance, sin necesidad de mirar sus manos, sino solamente mirando el objeto.

De seis a nueve meses: todo a la boca

Muchos bebés a esta edad comienzan a dar golpes con los objetos que cogen. Ya los pueden mantener sujetos durante periodos cortos.

De nueve a doce meses: observa los objetos

El bebé podrá observar los objetos antes de llegar a cogerlos, tocándolos con la mano entera y siendo capaces de empujarlo con un solo dedo.

 

Cuáles son los mejores ejercicios para trabajar la motricidad fina

La motricidad fina y los niños es un concepto que está muy ligado, debido a que con esta motricidad se puede determinar la edad de desarrollo que presentan los niños.

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Dependiendo de la edad del niño, actividades tan simples como dibujar una línea o un círculo, apilar bloques o cerrar una cremallera, nos podrán hacer ver si el desarrollo de la motricidad fina es el esperado o no.

 

Actividades para el desarrollo de la motricidad fina para escritura

A continuación te damos algunos trucos para que puedas ayudar a los niños a desarrollar la motricidad fina:

Pinzas y algodón

Elige unos algodones de colores, en forma de bolitas y coloca algunos recipientes iguales. Mezcla todos los algodones y pídele al niño que con las pinzas, vaya cogiendo de uno en uno cada uno de los algodones y poniéndolo en uno de los cacharros vacíos, diferenciándolos por colores.

Los niños necesitarán concentración para realizar esta actividad. Se divertirán mucho y tendrán que ejercitar sus manos.

Además se necesita una coordinación entre la vista y el tacto que se hace esencial para el desarrollo de la motricidad fina.

Puedes además aprovechar la ocasión para practicar los colores con los niños.

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Siluetas y pegatinas

A los niños les encantan las pegatinas, y por eso, cualquier actividad que tenga este tipo de materiales llamará su atención desde el primer momento.

Dibuja una silueta en un papel o una cartulina, o si el niño ya es más mayor, deja que la pinte el, por ejemplo la silueta de una estrella.

Consigue unas pegatinas con forma de círculos pequeños y dile que pegue las pegatinas encima de la silueta que hayáis dibujado.

Los niños tendrán que hacer un esfuerzo para despegar las pegatinas, así como para pegarla en el sitio concreto.

Pintar con pincel

Con un par de pinceles y algo de pintura es posible fomentar el desarrollo de la motricidad fina.

De este modo le mantendrás entretenido y podrás fijarte en la forma que tiene de coger el pincel, algo que le ayudará en su desarrollo motriz.

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Esculturas de nubes y palillos

Las construcciones demuestran sus habilidades y realizar una variante de la típica construcción a base de bloques es muy sencillo, con algo de imaginación.

Con unas nubes de gominola y unos palillos puedes ayudarle a construir muchas figuras, comunicando los palillos a través de las nubes.

Plastilina

Con ella podrán ejercitar sus manos y dedos mientras juegan y se divierten. Además puedes fomentar su vena artística con la plastilina e intentar que realicen una escultura.

Beneficios de los ejercicios que trabajan la motricidad fina y gruesa

Mediante los ejercicios se consigue mejorar la coordinación y sobre todo se gana en confianza, algo que ayudará a subir su autoestima y a desarrollarse de una forma mejor. Cada progreso se debe celebrar para que el niño asocie lo que está haciendo bien.

https://youtu.be/Q6sMbQC8gNg

En Akros encontrarás todo el material necesario para trabajar la motricidad fina.