El nervio facial es un tipo de nervio mixto y doble que tenemos en la cara, y cuya lesión puede provocar la parálisis facial. Este nervio cumple cuatro funciones:

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  • Mueve los músculos de uno de los lados de la cara, controla un pequeño músculo del oído, que es el que amortigua los ruidos más fuertes, y también de dos músculos del cuello.
  • Recibe la sensibilidad del conducto del oído.
  • Es el encargado de controlar tanto las lágrimas como la saliva.
  • Es también el encargado del sentido del gusto.

 

 

Qué hay que saber de la parálisis facial

Los principales síntomas de la parálisis facial son los siguientes:

  • Pérdida de la posibilidad de mover los músculos de la cara, del lado derecho o del izquierdo, presentando un aspecto fláccido y extremadamente relajado.
  • Imposibilidad de cerrar el ojo del lado de la cara paralizado.
  • Notable desviación en los labios hacia un lado y hacia abajo, el la parte afectada del rostro.
  • Dolor fuerte de oído cuando se escucha un estruendo.
  • Falta de sensibilidad en el conducto del oído.
  • Falta de lágrimas en el ojo que esté en el lado afectado.
  • Sordera y vértigos (si es como consecuencia del Virus Hérpes Zóster)

 

No obstante los síntomas variarán en intensidad según sea la extensión afectada del nervio facial, por lo que no siempre se darán todos los síntomas anteriormente descrito.

 

Causas de la parálisis facial

Se puede dar por muchas y muy variadas razones, siendo la más frecuente una parálisis cuyo origen se desconoce y que afecta al 40% de los casos. En medicina esta parálisis se conoce como “parálisis facial a frigore” o la “parálisis de Bell”.paralisisfacial_2

La segunda causa de parálisis es la facial traumática que supone el 25% de los casos. Pero también encontramos otros casos que surgen como consecuencia de:

  • Tumores
  • Virus del herpes zoster
  • Infecciones agudas de oído
  • Infecciones crónicas de oído
  • Otras enfermedades.

Por tanto, dentro de la parálisis facial podemos distinguir dos tipos:

Parálisis de Bell

Este tipo de parálisis facial aparece de repente, de forma brusca, y se da en cuestión de unas horas, normalmente sin venir asociado a ningún otro tipo de enfermedad o padecimiento que sufra la persona afectada. Es la más común aunque sus causas son desconocidas. Se presuponen dos explicaciones posibles para la parálisis de Bell:

  • Una mala circulación de la sangre en el nervio facial
  • Que el nervio facial se infecte directamente por un virus

La nota positiva es que en el 80% de los casos se recupera por completo pasados entre uno y seis meses.

Parálisis facial traumática

En este caso la parálisis facial aparece como consecuencia de algún traumatismo externo, como los accidentes de tráfico que afectan con un golpe a la cabeza, en operaciones cerebrales, de oído, de la glándula parótida o por heridas de arma blanca en la zona. Los bebés al nacer también pueden sufrir este tipo de lesión facial durante el parto.

 

Ejercicios de parálisis facial

La parálisis facial se puede tratar con fisioterapia específica. Los ejercicios y acciones que se recomiendan para recuperar la zona de la cara son los siguientes:

  • Calor local: conseguiremos una mejor circulación con una compresa húmeda y caliente que coloquemos durante 10 minutos en la zona de la cara afectada.
  • Electroterapia: en este caso hay algunas controversias entorno a su uso ya que no se estimula el nervio en si, sino que se estimula el músculo.
  • Re-educación muscular: debemos poner a la persona afectada frente a un espejo para que haga los ejercicios con el objetivo de corregir el funcionamiento tanto de la oclusión del ojo como de la boca, con ejercicios activos en los que el paciente se ayuda con los dedos a trabajar el músculo en la dirección que se quiere trabajar.

ParalisisFacial_1Por otro lado se pueden realizar ejercicios, como los siguientes:

  • Poner los labios como si se fuera a dar un beso, es decir contraerlos y comprimirlos.
  • Dilatar las alas de la nariz hasta enseñar los dientes levantando el labio superior.
  • Soltar aire lentamente como si fuera a través de una pajita.
  • Forzar una amplia sonrisa para estirar lo más posible hacia afuera y atrás.
  • Apretar todo lo posible los dientes.
  • Arrugar la zona del mentón.
  • Subir las cejas.
  • Fruncir las cejas para juntarlas.
  • Mantener los ojos cerrados.

 

Es muy importante ejercitar correctamente cada zona, y para ello debemos contar con especialistas que nos ayuden y nos orienten.

Conseguir resultados positivos será siempre más fácil si iniciamos los ejercicios cuanto antes y nos mantenemos constantes.

La paciencia y la constancia en estos casos es fundamental para lograr los objetivos que nos pongamos.