Los juegos para los niños con discapacidad intelectual son tan importantes como para las demás personas. Les encanta jugar, y lo necesitan para su desarrollo, al igual que los niños sin hándicaps.

Deportes y juegos para niños con discapacidad intelectual

Entre los pasillos del supermercado es difícil encontrar un juguete que podría ser adecuado para un niño con discapacidad. Mucho mejor recurrir a una juguetería especializada, como la tienda virtual de Akros, donde puedes elegir entre diferentes tipos de productos creados para cada una de las diferentes formas de discapacidad, y en función de los gustos y temas del niño.

Desde los albores del tiempo, los niños siempre han jugado. El juego les acompaña a través de su infancia y durante todas las etapas de su maduración. No se trata de una frivolidad o una inútil pérdida de tiempo: por el contrario, es el método privilegiado gracias al cual los pequeños aprenden a medirse con el mundo. Al igual que el artista y su obra, el juego del bebé se convierte en realidad y el niño se reinventa, representa simbólicamente, crea un mundo imaginario que refleja sus sueños, fantasías y deseos. El juego no es contribuye al bienestar de todos los niños desde un punto de vista físico, cognitivo, social, emocional y afectivo. Jugar permite que los niños expresen su creatividad, imaginación y consolidan la autoestima. Por ello, la diversión nunca es sólo un fin en sí misma, pues ayuda a los niños a crecer de muchas formas.

El deporte para niños discapacitados intelectuales

El deporte ofrece muchos beneficios, no sólo para la salud, sino también en la vida social. El deporte fomenta la sociabilidad, gracias a las reglas y el juego en equipo, y estimula los mecanismos de percepción complejos, lateralización, coordinación muscular y motricidad fina. Un mejor tono físico puede incrementar las posibilidades de autocuidado del os niños con discapacidad intelectual. Para los niños con discapacidad el deporte es crucial. Además de la rehabilitación y el valor terapéutico, tiene una gran valencia social y afectivo. Bajo el punto de vista educativo, el concepto de discapacidad no invierte sólo el ámbito psicomotor, sino también implica el emocional e interpersonal. Para los niños con discapacidad intelectual, cualquier intervención pedagógica debe tener como objetivo la inclusión.

Organizar actividades para los niños discapacitados inicialmente puede parecer una tarea compleja e incluso puedes caer en el desánimo. Algunos síndromes son muy difíciles de tratar, pero no hay que darse por vencido. Aunque discapacitados, los niños están siempre sujetos en la infancia. Esto significa que siempre se pueden tomar medidas para promover el progreso y el desarrollo. El deporte no sólo tiene una dimensión física y social, sino también cognitiva. Su carácter lúdico hace que sea una herramienta de aprendizaje agradable y divertida. Trata de contactar con las diversas asociaciones deportivas para personas con discapacidad en tu zona, y asesórate de las posibilidades de ejercitación de tu hijo.

Juguetes para niños con discapacidades

Los niños con discapacidades siguen siendo niños, sus gustos y necesidades son idénticos a los de cualquier pequeño y, por tanto, también les encanta jugar exactamente como todos los demás. No precisan por obligación juguetes especiales, aunque según la discapacidad puede requerirse que un juego o juguete tradicional se adapte a las características del niño. Además existen juegos y juguetes creados exclusivamente para satisfacer las necesidades de los pequeños encuadrados en ciertas categorías de discapacidad. Esta clase de juguetes trascienden el juego en sí, y poseen cierto uso terapéutico para ayudar a afinar las capacidades sensoriales e intelectuales del niño.

Los juguetes específicos para discapacidad intelectual y mental se basan en la estimulación. Los niños con discapacidad mental o cognitiva son a menudo muy curiosos respecto al mundo que les rodea. Estimularlos a través del juego es sin duda uno de los mejores métodos para ayudarles a ganar autonomía y desarrollar sus habilidades. Hay muchos juguetes «clásicos» con la que los niños con discapacidades mentales pueden jugar. Sobre todo destacan los que producen una multi estimulación con luces y sonidos con botones y controles que el niño pueda operar directamente. Entre ellos se pueden encontrar diferentes juegos táctiles, libros de juguete en tela o plástico blando, y todos aquellos productos que estimulan el juego simbólico a través del cual aprender los gestos de la vida cotidiana.

Elección del juguete para un niño con retraso cognitivo

Para elegir correctamente un juguete que resulte estimulante para un niño con discapacidad intelectual, es bueno consultar antes en el paquete el grupo de edad para la que fue diseñado el juego, y con esa información se puede decidir si es adecuado según el grado de la evolución cognitiva del niño. Los niños con discapacidades deben encontrar el juego accesible en cuanto a su manejo, y deben poder jugar en posiciones cómodas para ellos. Los juegos de Akros han sido diseñados por profesionales en el campo de la educación y la terapia del habla, pues en ocasiones la discapacidad intelectual se asocia con trastornos del habla.

Los niños con trastornos del lenguaje no son sólo aquellos que no usan la palabra, sino también todos aquellos niños que tienen un retraso en el desarrollo del lenguaje. Hay toda una gama de juguetes educativos dedicados a esta discapacidad, cuyo objetivo es estimular el uso de la voz y el habla a través de juegos divertidos e interesantes para el niño. Algunos ejemplos son las tarjetas que representan imágenes y diseños para que coincida con la palabra correspondiente, juegos interactivos para leer en voz alta las palabras escritas, etc. Estos juguetes pueden ser utilizados también por todos los niños que tienen un trastorno de la atención y por lo tanto tienden a ser hiperactivos y dedicar poca atención a un solo juguete.

Consejos para jugar con los hijos

¿En qué medida deben implicarse los padres en el juego de sus hijos? Los padres deben satisfacer las necesidades y deseos de juego de los niños, aunque no es necesario ser un animador permanente, sino dedicar unos minutos al día y aprender a utilizar todas las posibilidades de juego que ofrece la vida cotidiana. Sólo deber considerar a la hora de jugar el tipo de discapacidad del niño y su grado para adaptar la diversión a sus aptitudes.

Los niños más pequeños son más fáciles de satisfacer, porque para ellos no importa tanto el juego en sí, pues está más interesado en la presencia de los padres. Los padres pueden sentarse en el suelo junto a él y ayudarlo a garabatear o juntar bloques de construcción, siguiendo sus inclinaciones. Los minutos de dedicación diaria al niño deben ser sólo para él, sin interrupciones por parte de llamadas del trabajo, etc. Lo importante es dar reglas claras para guiar a los niños sobre la duración de la actividad, y que comprendan que mañana volverán a jugar con los padres de nuevo.

Sobre el aprovechamiento de la vida cotidiana, los padres pueden inventarse juegos para disfrutar con los hijos, por ejemplo, durante un viaje en coche, o de compras en el supermercado, o poniendo la mesa para la comida. Estos momentos de diversión para el niño cuentan, aunque para ti sea una actividad más del hogar. Como puedes comprobar, no existe excusa para no jugar con los niños aduciendo falta de tiempo, pues la vida diaria te lo ofrece.