La seguridad en uno mismo se genera a través de los otros, en la interacción del niño con su entorno próximo. Esta relación va marcando el desarrollo del niño en todos los sentidos, personalidad, cognitivo, motor, etc. Existen factores que desequilibren o hagan tambalear la interacción del niño con el entorno, percibiéndolo como inseguro e incorporando esta sensación a su propia persona.

[toc]los nños inseguros suelen permanecer retraídos en situaciones novedosas

 

Síntomas de un niño inseguro

El entorno del niño o niña somos los que debemos percibir si el niño se muestra seguro o inseguro y poder actuar en caso de que necesiten ganar seguridad para desarrollarse de forma óptima y adaptativa y sobre todo, para generarles estabilidad y bienestar.

Los síntomas característicos de los niños o niñas inseguros/as son:

  • Escasa autonomía en tareas de autocuidado. Los niños y niñas inseguros/as tienden a demandar mucha más ayuda de las figuras de referencia para llevar a cabo tareas de autocuidado, para las cuales se supone tienen la capacidad suficiente para poderlas desarrollar de forma autónoma.
  • Alteraciones cualitativas en el juego. Por lo general, representan patrones de juego correspondientes a niños o niñas con un desarrollo evolutivo inferior, tendencia a la repetición de un mismo juego debido a que ya lo dominan, resistencia a iniciar juegos más complejos o desconocidos.
  • Dificultades o trastornos del sueño. Los patrones de sueño se ven muy influenciados por las alteraciones emocionales tanto en adultos como en niños. En los niños y niñas inseguros/as pueden existir dificultades para conciliar el sueño, especialmente si han de dormir en una habitación diferente a la de los progenitores, también puede ocurrir que exista un sueño desestructurado con frecuentes despertares nocturnos y necesidad de microsiestas durante el día, pesadillas o terrores nocturnos hablar por las noches.
  • Alteraciones en la alimentación. Pueden darse alteraciones debido a la falta de autonomía a la hora de utilizar los cubiertos, lentitud excesiva, selectividad alimentaria, dificultades para introducir alimentos nuevos y en general dificultades asociadas a la rutina de la alimentación.
  • Problemas emocionales. A nivel emocional son niños que reclaman ser tenidos en cuenta de forma continuada, buscan la atención y el refuerzo del entorno en todo momento. Para conseguir sentirse tenidos en cuenta y por ende seguros recurren a estrategias más adaptativas como mostrarse extremadamente halagadores y colaboradores hasta otras conductas más perturbadoras, desafiantes u oposicionistas.
  • Disminución del rendimiento académico. Los problemas escolares derivan del estado de ánimo apático, abúlico y la dificultad para concentrarse en los estudios y el estrés.

Causa por la que un niño se puede volver inseguro

Las causas que pueden dificultar la sensación de seguridad en los niños o niñas son diversos y en general es necesario la conjunción de varios factores para que la inseguridad constituya un trastorno.

La seguridad se construye a través del establecimiento de apego con las primeras figuras de referencia. Los niños pequeños dependen de los padres para cubrir sus necesidades biológicas y además, serán éstos los que le proporcionen la seguridad en un mundo desconocido en el que se tienen que desenvolver, el cariño, la cercanía, la proximidad emocional son rasgos que proporcionan seguridad al niño y permiten establecer un apego seguro. Algunas de las causas más probables son:

La sobreprotección puede generar sentimientos de inseguridad en los niños

  • Conflictos de pareja o en la familia. Los conflictos que pueden surgir en la familia próxima de los niños o niñas pueden hacer que se perciba el entorno como algo hostil, en el que hay interacciones disruptivas con carga emocional negativa que son percibidas por el niño. El problema no surge por las discusiones sino con cómo son éstas manejadas, ya que lo que genera inseguridad es que el niño perciba que sus figuras de apego, sobre las que reside su seguridad, se ven como enemigos, se atacan, se tratan con hostilidad y ellos se encuentra en medio.
  • Cambios continuos en su entorno. En los niños pequeños la estabilidad es igual a seguridad, ya que con cada cambio el niño tiene que reevaluar la nueva situación, volver a codificar cómo tiene que desenvolverse y qué se espera de ella o de él, además debido a su corta edad tendrá pocas situaciones parecidas vividas para poder comparar.
  • Falta de límites. La disciplina, normas o límites, sirven al niño de hoja de ruta para enfrentarse a las diversas circunstancias que se le presentan. La ausencia de disciplina hace que el niño no sepa cómo ha de comportarse o qué se espera de él o ella en cada momento o circunstancia generándole inseguridad.
  • Escasas rutinas. Los niños y niñas carecen de noción del tiempo, por lo que las rutinas les permiten crear un esquema temporal diario o semanal. Cuando no se tienen rutinas los niños o niñas no saben qué va a venir después de cada actividad y qué tendrán qué hacer, generando un profundo sentimiento de inseguridad debido a la incertidumbre.
  • Sobreprotección. En un afán de proteger a los niños y niñas pequeños/as, no se les permite desarrollarse de forma autónoma e ir ganando seguridad enfrentándose por ellos mismos a tareas de autocuidado, toma de decisiones, deberes, etc. El favorecerles ser autónomos les permite desarrollar estrategias para enfrentarse a situaciones futuras y ganar seguridad en sus actuaciones y capacidades.
  • Crítica. La mayoría de los niños inseguros tienen la sensación de que todo lo que hacen está mal y que sólo se les regaña y reciben críticas, pudiendo llegar a interiorizar esto como rasgos de su personalidad generándoles una profunda sensación de incapacidad, miedo al fracaso y escasa motivación al logro.

Consecuencias de que un niño sea inseguro

Las consecuencias psicológicas de la inseguridad son:

  • Baja autoestima.
  • Pobre motivación al logro.
  • Timidez e inseguridad en los acercamientos sociales.
  • Poca capacidad de iniciativa.
  • Ansiedad de separación.
  • Baja percepción de autoeficacia.las rabietas suelen estar presentes en los niños con isneguridad
  • Fobias específicas.
  • Síntomas ansiosos depresivos.
  • Mayor predisposición a trastornos del estado de ánimo.
  • Conductas disruptivas.
  • Enuresis o encopresis.
  • Dificultades de aprendizaje.
  • Rabietas intensas.
  • Celos desproporcionados.

Casos de niños violentos-inseguros

EL percibir el mundo como inseguro produce que los niños o niñas permanezcan en estado de alerta de forma continua, ya que la inseguridad les hace percibir el entorno como una amenaza, pudiendo aparecer una situación de peligro de forma inesperada. Este estrés mantenido puede aumentar la agresividad en algunos niños al activarse conductas de ataque con mayor frecuencia.

Cómo ayudar a un niño insegurolos juegos de ingenio aumentan la motivación al logro en niños inseguros

  • Establecer límites. Es importante que se establezcan límites que permitan al niño saber cómo actuar en determinadas situaciones. Es importante que estos límites sean consistentes y consensuados y transmitidos con cariño.
  • Fomentar el establecimiento de rutinas para hacerle más predictible el mundo al niño o niña y generarle seguridad.
  • Animarle a enfrentarse a retos para aumentar su autoestima y motivación al logro. Los juegos de ingenio o puzles pueden suponer pequeños retos que el niño puede ir enfrentando y ganando seguridad y motivación.
  • Permitirle ser autónomo.
  • Ser afectuosos y respetuosos con los niños y niñas. Mostrarse comprensivos con sus emociones entender que los niños sólo quieren ser tenidos en cuenta y que deben aprender.