Niño en una portería El método ABA para niños autistas tiene como objetivo reducir los comportamientos disfuncionales y promover conductas apropiadas. El autismo es una de las áreas en las que la aplicación de los principios de análisis de comportamiento mostró más eficacia en lograr mejoras. Dichas mejoras se obtienen a largo plazo y son mayores que con cualquier otra clase de intervención educativa.

El método ABA con pacientes de autismo

El modelo de Intervención ABA (Applied Behavior Analysis, o Análisis Conductual Aplicado en español), promueve la mejoría del comportamiento de la persona autista mediante técnicas conductuales. El objetivo principal el método es fomentar el aprendizaje e interiorización de nuevas habilidades, y reducir los comportamientos inadecuados mediante un refuerzo positivo. Cualquier terapia de conducta sigue la premisa de que, cuando un comportamiento recibe algún tipo de recompensa, tiende a repetirse.

Según el Departamento de Salud de EE.UU., 30 años de investigación han demostrado la eficacia de los métodos de ABA en la reducción de comportamientos disfuncionales y mejorar y aumentar la comunicación, el aprendizaje y comportamientos socialmente apropiados. Las áreas en las que más se utiliza este tipo de intervenciones son la educación, los servicios sociales, la psicología clínica o la rehabilitación, entre otros.

¿Qué es el método ABA?

El método ABA aplica a la rehabilitación del paciente de TEA (Trastorno del Espectro Autista) la ciencia del análisis del comportamiento, con el fin de abordar las cuestiones relativas a su socialización y a su calidad de vida. Se han documentado aplicaciones exitosas del método ABA en diversos perfiles de pacientes:

  • Quienes padecen discapacidades severas, y los de gran inteligencia.
  • Pacientes jóvenes o adultos.
  • Quienes padecen ligeras discapacidades motrices, y los que sufren problemas motores complejos.

El campo en el que el método ABA ha mostrado un éxito significativo en su aplicación es en la terapia del autismo infantil mediante la denominada: intervención conductual intensiva temprana. Estudios llevados a cabo en 1987 en la Universidad de Los Ángeles demostraron que los niños autistas que recibían durante años terapia ABA mejoraban su comportamiento de forma evidente. Dentro del grupo investigado,  ciertos casos perdieron su diagnóstico de TEA.

Dicha mejoría se consigue si se cumplen 3 requisitos:

  1. Intervención temprana. Cuanto antes, mejor; la edad ideal es alrededor de los primeros 24 ó 36 meses de vida del niño. La terapia debería alargarse a partir de las 30 a 40 horas por semana, y durante un mínimo de 2 años.
  2. Implicación de la familia en el tratamiento. Los padres deben reforzar en el hogar lo que aprenda el pequeño en las sesiones de terapia y lograr que asimile su aprendizaje en un entorno diferente del clínico.
  3. Que el niño reciba un tratamiento individualizado acorde con sus características. La intervención ABA no debe ser una especie de plantilla donde entran todos los pacientes, sino que debe investigarse al niño y conocer sus habilidades, necesidades, situación familiar e intereses personales.

Procedimientos y técnicas básicas del método ABA

Se considera activo un comportamiento determinado cuando opera en el entorno para producir ciertas consecuencias. Según este principio, el comportamiento se moldea según las consecuencias que recibe cuando tiene lugar. Por tanto, las consecuencias determinan la forma y la frecuencia con las que ese acto se repetirá en el futuro. Los conceptos clave son: refuerzo, extinción, control de estímulos y la generalización.

  • El refuerzo, o incitación se define como cualquier consecuencia del comportamiento que lo refuerza, es decir, que aumenta la frecuencia y la probabilidad de su ocurrencia. Puede ser negativo (para evitar un posible estímulo aversivo) o positivo (para captar la atención del paciente, o que ejecute una actividad determinada).
  • Cuando ya no se aplica el refuerzo, positivo o negativo, se reduce la probabilidad de ocurrencia del comportamiento en el futuro.
  • El control de los estímulos se produce en el momento en que ocurre un comportamiento particular: sólo en la presencia de un estímulo y no en su ausencia.
  • La generalización permite, al contrario, transferir las conductas aprendidas en una variedad de contextos y entornos.

Aplicación terapéutica del ABA

Estos conceptos se aplican a través de cuatro procedimientos:

  1. Incitación o prompting. Consiste en la presentación de una pista o ayuda para que el niño deduzca el comportamiento deseado que aún no figura en su repertorio conductual.
  2. La extinción de la ayuda. Reducción gradual de la asistencia al paciente hasta su desaparición cuando el niño haya adquirido el nuevo comportamiento. En etapas posteriores, la enseñanza disminuye a medida que el paciente se involucra, sigue las instrucciones y ofrece respuestas autónomas y desarrolla las actividades.
  3. Consolidación del comportamiento. Consiste en el refuerzo sistemático de las sucesivas respuestas del niño cuanto más se acerquen a la conducta objetivo.
  4. El encadenamiento secuencial. Sirve para mostrar las secuencias o pasos de cada comportamiento. Un niño con TEA puede ser incapaz de asimilar conductas complejas de una vez, pero sí puede asimilar el concepto cuando se divide en pequeños comportamientos en un orden determinado.

Ejemplo de terapia del método ABA

NIño en su graduaciónLa terapia de comportamiento suele resultar beneficiosa para cualquier paciente con discapacidad, afecten o no al comportamiento. El ejemplo muestra el desarrollo de una sesión típica de terapia de 180 minutos.

Recordamos que cada paciente debe recibir una estrategia individualizada, Por tanto, cualquier fase de la siguiente distribución temporal se aumenta o reduce según las características del paciente.

  • 20 minutos de juegos educativos estructurados en un entorno controlado o en recinto cerrado.
  • 80 minutos de entrenamiento de la capacidad en el lenguaje, con pausas durante la terapia.
  • 30 minutos para aprendizaje de habilidades básicas de autoayuda, como el aseo personal o alimentarse sin ayuda.
  • 30 minutos de juegos estructurados al aire libre. El ejercicio físico ayuda al autocontrol del niño y reduce el estrés.
  • 20 minutos de recogida de datos y resumen del trabajo del día.

Los efectos indirectos del método ABA en la familia

Actualmente, existen pocos estudios sobre el impacto de las intervenciones intensivas con el método ABA en el funcionamiento familiar. Las familias de niños con TEA son más propensas a padecer patologías relacionadas con el estrés y otros problemas psicológicos, incluyendo depresión.

Los médicos y terapeutas deben estar al tanto de cualquier posible efecto negativo en la familia de un niño con Trastornos del Espectro Autista, con el fin de proporcionar un apoyo adecuado. Nótese que muchos padres están involucrados como co terapeutas en el programa de ABA de sus hijos. La consecuencia de la implicación multiplica la importancia de determinar si el malestar psicológico o el alto nivel de estrés paterno influyen en la calidad del método ABA.

Ciertos estudios demostraron que los padres cuyos niños con autismo se dedicaban a la intervención intensiva con el método ABA parecía ser menos estresados. Al contrario, ​​padres con niños con autismo sometidas a otras intervenciones o ninguna intervención, sí lo han padecido, pero el estrés podría disminuir en el transcurso de una intervención ABA. Se trata de la única intervención educativa científicamente validada para la rehabilitación de las personas con autismo.

La aplicación de tal intervención es, sin embargo, muy compleja y requiere una preparación por parte de familias y profesionales implicados. El objetivo final de la intervención conductual, ya sea a corto o largo plazo, es el cambio radical de los comportamientos socialmente significativos. En algunos pacientes se produce una efectiva integración social y logran llevar una vida independiente y funcional.