Los niños que presentan algún tipo de trastorno en el desarrollo pueden sufrir efectos negativos tanto en su crecimiento como en su evolución. Además, tienen importantes consecuencias tanto en el propio individuo, como en la familia y en la sociedad que les rodea.
La atención temprana es fundamental en estos casos para poder frenar o minimizar todos los efectos negativos que surjan como consecuencia de estos trastornos.
¿Qué es la Atención Temprana?
Es el conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos.
Si un niño presenta algún tipo de trastorno en su desarrollo y no recibe la atención primaria, lo más probable es que presente dificultades más graves para poder llevar una vida normal e incluso el trastorno podría progresar negativamente si no se trata a tiempo.
¿Cuál es la edad a la que se debe iniciar la AT?
Las actividades relacionadas con la AT no solo se inician al nacimiento. También todo lo que pase durante el embarazo influye en cómo se va a desarrollar la primera infanci,; tanto para los niños como para sus familias y las relaciones e interacciones que se van creando entre ellos.
Dichas actividades se extienden hasta aproximadamente los 6 – 7 años de edad, no solo para niños sanos, sino también para niños con trastornos reales o potenciales en su desarrollo para así estimular sus capacidades compensadoras.
¿Por qué en la definición se habla de población infantil de 0 a 6 años?
Se habla de aplicar la Atención Temprana a dicha población por la plasticidad del cerebro, que es la capacidad del cerebro de organizar y adaptarse a sus funciones. Además, esta es mayor en los primeros años de vida en el ser humano. Luego va disminuyendo progresivamente con la edad.
¿Qué pueden hacer por bebés de meses?
Se trata de fomentar los prerrequisitos, asegurándonos de que todos los reflejos se dan en el momento adecuado y de forma correcta, así como asentar las bases para un desarrollo óptimo. Por ello, el trabajo irá destinado a facilitar al bebé el instaurar estos prerrequisitos y con ello darle un empujoncito en el camino de crecer y aprender descubriendo.
Reflejo de succión
Consiste en colocar o rozar un objeto en los labios del bebé, lo cual le provocará la succión. Existen infantes que presentan alteraciones en el tono orofacial, por lo que requieren de apoyo. Esto puede repercutir directamente en la alimentación, de ahí radica la importancia de que se lleve a cabo por un logopeda experto en atención temprana.
Movimiento de los pies
Al sostener al bebé por las axilas y en posición vertical, el reflejo del bebé será mover los pies como si quisiera caminar. Este reflejo suele mantenerse por unos cuatro meses.
Reflejo de búsqueda
Cuando se tocan o acarician los labios del bebé, su reflejo será volver la cabeza y abrir la boca para seguir o buscar en la misma dirección del contacto. Eso le ayudará a encontrar el pecho o el biberón para alimentarse. Desde el primer mes el bebé puede girar la cabeza como reflejo al estímulo.
Reflejo de gateo
Al poner al bebé acostado sobre su barriguita y en una base sólida y segura, se puede notar que automáticamente él se pondrá en posición de gateo. Suele aparecer durante los 6 o 7 meses hasta que empieza a caminar.
Objetivos de la Atención Temprana
El objetivo general de la atención temprana es que aquellas niñas y niños que presentan un trastorno del desarrollo o poseen riesgo de padecerlo reciban una atención a través de la intervención del problema (si ya lo hubiese) y la prevención de los mismos.
Este objetivo general puede concretarse, a su vez, en diferentes objetivos específicos:
- Reducir los efectos y consecuencias de los déficits y deficiencias del niño o la niña en su entorno global.
- Optimizar en la medida de lo posible el desarrollo de todas las áreas del o la menor.
- Aportar medidas de adaptación y compensación al entorno para las necesidades del niño o niña.
- Evitar o minimizar los efectos secundarios de una situación de riesgo o un trastorno.
- Considerar al niño o a la niña como un sujeto activo de la intervención.
- Planificar acciones de intervención para coordinar a los diferentes ámbitos (social, educativo, familiar y personal).
Principios básicos
En la atención temprana se contemplan seis principios básicos, que están recogidos en el Libro Blanco de la Atención Temprana y son los siguientes:
Diálogo, integración y participación
Es primordial para el correcto desarrollo de la intervención la integración entre la escuela, la familia y, en general, todo el entorno social del niño.
Gratitud, universalidad e igualdad de oportunidades, responsabilidad pública
La Atención Temprana debe ser gratuita para así proporcionar la integración necesaria en el medio, puesto que el poseer una discapacidad o trastorno conlleva a un alto riesgo de discriminación.
Interdisciplinariedad y alta cualificación profesional
Además de que el equipo de profesionales está compuesto por diferentes disciplinas, es importante que este equipo tenga una especialización específica en el sector de la atención temprana.
Coordinación
Es primordial que exista dicha coordinación entre todos los sectores o el entorno que rodea al individuo: escuela, familia, centros privados, centros públicos, etc. Esto mantendrá un buen círculo de información para el óptimo desarrollo de la intervención.
Descentralización
Debe establecerse un sistema organizado en torno a las necesidades que pueda presentar la familia, incluyendo el servicio a domicilio, si fuera necesario. Esto debe implicar la inclusión de la atención temprana en los servicios de salud de atención primaria, en los servicios sociales, en la escuela, etc.
Sectorización
Necesidad de limitar el campo en donde se desarrolla.
¿Dónde se puede realizar la AT?
De forma más específica, la intervención se realiza en los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana. En ellos hay un equipo de profesionales de diferentes disciplinas con formación en Atención Temprana: psicólogos, logopedas, fisioterapeutas, psicopedagogos, maestros de educación especial, trabajadores sociales.
¿Qué profesionales forman parte del equipo?
Cualquier profesional con conocimiento de desarrollo infantil que esté en contacto con la infancia y desarrolle actividades de AT. A veces serán actividades de prevención para evitar los factores de riesgo. En otros casos, se dirigen acciones más específicas a los niños que tengan riesgo y/o trastorno del desarrollo. Entre ellos, podemos mencionar a psicólogos, fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales, entre otros.
¿Qué actividades se realizan?
Varían dependiendo de la edad del niño, del trastorno que presente, de las características de la familia y del entorno. Como norma general se utilizan técnicas de estimulación, fisioterapia, psicomotricidad, logopedia o psicoterapia y se realizan en su conjunto. Es decir, el niño crece a todos los niveles y, por tanto, las actividades irán dirigidas a todas las áreas del desarrollo.
¿Qué ocurre después de los seis años?
Los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana atienden a los niños hasta que se hayan cumplido los objetivos específicos contemplados, pero hay niños en los que, más allá de los seis años, aún poseen ciertos procesos que interfieren en la correcta integración con su entorno.
A partir de esa edad, el peso de la intervención de estos niños y sus familias recaerá sobre los ámbitos educativo, social y sanitario.
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