A día de hoy, cualquier discapacidad en niños y adultos implica ciertas limitaciones en la rutina diaria. Aún más si cabe la discapacidad intelectual, con la cual es mucho más complicado aprender todo tipo de habilidades necesarias para sociabilizarnos o para actuar en cada tipo de situación.
No solamente tiene que ver con el individuo sino también con el entorno que le rodea. Generalmente, los niños con discapacidad intelectual son capaces de desarrollar un conjunto de habilidades importante dentro de entornos inclusivos.
¿Qué es la discapacidad intelectual?
La discapacidad intelectual o discapacidad cognitiva (retraso mental como suele conocerse comúnmente), es el término utilizado cuando un niño no consigue, al ritmo habitual de los otros niños, aprender con los niveles normales y desarrollarse normalmente en la vida cotidiana. Es una anomalía en el proceso de aprendizaje común.
Estas discapacidades intelectuales tienen diversos niveles, desde discapacidades leves a las más graves, problemas de comunicación con los demás, dificultades para valerse por sí mismos, etc…
Generalmente son niños cuyas habilidades y capacidades se desarrollan de una manera más lenta que los otros niños de la misma edad. Cada niño necesita mucho más tiempo para aprender a hablar con el resto de personas, para dar sus primeros pasos, aprender a ponerse la ropa o a comer sin la ayuda de sus padres. Esta lentitud de aprendizaje se ve claramente también en la escuela.
¿Cuáles son las causas?
Las causas habituales de esta discapacidad intelectual suelen ser los siguiente (incluso algunos son factores meramente ambientales):
- Lesión
- Enfermedad
- Malformaciones
- Problemas cerebrales ante impactos
- Afecciones genéticas o metabólicas
- Defectos congénitos
- Infecciones
- Genéticos: con las últimas novedades genéticas en medicina cualquier padr
e desde 2011 puede realizarse ciertas pruebas capaces de atisbar cualquier problema en los genes conocidos durante el parto. - Causas desconocidas
En algunos niños no se puede diagnosticar el origen de una discapacidad intelectual. Muchas de ellas se producen en la etapa anterior al nacimiento, otras durante el parto (falta de oxígeno, falta de circulación, fórceps, etc.) o poco tiempo después de nacer. Algunas incluso aparecen durante el crecimiento (como algunas lesiones de gravedad en la cabeza, ciertos accidentes cerebro-vasculares o algunas infecciones graves).
Síndromes de discapacidad intelectual
A día de hoy, muchas discapacidades del intelecto ya tienen nombre:
- Síndrome de Down
- Síndrome alcohólico fetal
- Síndrome X frágil o síndrome de Martín y Bell
- Síndrome epiléptico en niñas con retraso mental
- Síndrome de Rett
- Síndrome de Dravet
- Síndrome de Prader-Willi
- Autismo
- Fenilcetonuria
- Alzheimer
Características de las Discapacidades Intelectuales por áreas
Área Cognitiva
- Conocer, percibir, ordenar el mundo.
- Características: déficits en su desarrollo, afectación del aprendizaje, operaciones mentales incompletas y concretas
Área Psicomotora
- Independecial y conocimiento del medio. Conocimiento del propio cuerpo
- Características: inmadurez, problemas asociados en percepción y relaciones sociales
Área del lenguaje
- Comunicación
- Características: retrasos en la adquisición, problemas de articulación y pronunciación, dificultades en la conceptualización y en el descubrimiento de estructuras lingüísticas.
Área afectiva
- Conocimiento, comunicación, autonomía, adaltación al ambiente
- Características: Dificultades de autoconocimiento, mayor vulnerabilidad y riesgo de psicopatología, dificultades para adaptarse a las exigencias del ambiente.
Área adaptativa
- Autonomía, adaptación al ambiente
- Características: retrasos en la adquisición de hábitos de autonomía, retrasos en las habilidades sociales.
¿Cómo diagnosticar una discapacidad intelectual?
La discapacidad intelectual en el mayor porcentaje de los casos se diagnostica siempre antes de cumplir la mayoría de edad, es decir, los 18 años.
El Coeficiente Intelectual (CI) del niño generalmente suele ser menor o igual a 70-75 puntos.
Para diagnosticar dicha discapacidad, tenemos generalmente dos cosas que tener en cuenta:
- La habilidad del cerebro del niño para resolver los problemas cotidianos, para aprender durante su etapa evolutiva, etc… lo que comúnmente se denomina coeficiente intelectual.
- La conducta adaptativa, es decir, la destreza del niño a la hora de vivir de forma independiente en comparación con el resto de niños de su misma edad.
- Vestirse, comer, hacer sus necesidades solo…
- Comunicación: comprender lo que se le dice y responder en consecuencia.
- Social: la forma de comportase con el resto de niños, con su familia y con otras personas ajenas a él.
Ambas observaciones permiten definir la discapacidad intelectual del pequeño.
¿Con qué frecuencia ocurre?
Por citar datos concretos, se estima que 6,4 millones de personas en EEUU tienen algún tipo de discapacidad intelectual, lo que supone más de 580.000 niños entre los 6 y los 21 años.
1 de cada 10 niños que necesitan actualmente algún tipo de educación especial tienen alguna de las discapacidades intelectuales que citamos en este artículo.
¿Cuáles son los signos?
El desarrollo psicomotor en los niños con discapacidades cognitivas habitualmente se produce más tarde de lo habitual, y no solo eso, sino que tampoco consigue en muchas ocasiones alcanzar todo el potencial que debería producirse en niños de esa misma edad.
Son niños que a los ojos de cualquier persona parecen mucho más torpes, no coordinan correctamente, se observan ciertos síntomas de dispraxia, no son persistentes en lo que hacen, y frecuentemente tienen importantes trastornos sensoriales (problemas visuales o hipoacusia).
Casi todos los niños muestran defectos de la atención y poca capacidad de la memoria a corto plazo.
A la hora de hablar, el proceso es prácticamente el mismo que cualquier niño, solo que se produce en mucho más tiempo del habitual. A lo largo del tiempo se han comentado ciertas diferencias en el uso de la gramática y el lenguaje, donde los niños con deficiencia tienden a realizar en cómputo menos preguntas que los demás niños con edades lingüísticas similares.
Algunos niños desarrollan conductas de hiperactividad, cierta impulsividad, aislamiento o indiferencia a todo lo que les rodea. Todas ellas son mucho más frecuentes en los niños con un bajo cociente intelectual.
Resumiendo los principales signos de la discapacidad intelectual:
- Sentarse, gatear, o caminar más tarde que los otros niños
- Aprender a hablar más tarde, o tener dificultades al hablar
- Tener dificultades de memoria a la hora de recordar cosas
- Falta de comprensión en por qué pagar por las cosas que necesitamos
- Resultarles complicado entender las reglas sociales
- No ser capaces de entender las consecuencias de sus acciones
- Dificultades en la resolución de problemas
- Tener dificultades al utilizar el pensamiento lógico
Discapacidades del intelecto en la escuela
El rendimiento de un niño con una discapacidad en la escuela no tiene por qué ser inferior, aunque las probabilidades de necesitar ayuda externa individual son muy altas.
Consejos para padres
- Infórmese y aprenda todo lo que pueda sobre las discapacidad intelectual de su hijo. Cuánta más información recopile mejor podrá ayudarle tanto a él como a usted mismo.
- Debe de animar a su niño a ser 100% independiente, ayúdele a vestirse, lavarse, comer por sí solo, afeitarse, etc…
- Genere un calendario de tareas para el niño acordes a su edad, su capacidad de atención y las habilidades que haya demostrado hasta el momento. Ayúdale si lo necesita para llevarlo a cabo.
- Siga de cerca los avances que esté realizando en la escuela y las habilidades que esté adquiriendo. Intente aplicar esas novedades y todo lo anterior aprendido en las tareas domésticas o actividades que el niño desarrolle en casa.
- Busque actividades sociales que ayuden al niño a sociabilizarse, hágale sentirse cómodo dentro de ellas.
- Desarrolle junto a sus profesores un plan educacional que permita tratar las necesidades del niño. Ofrezca apoyo a todo ese aprendizaje escolar.
- Hable con el resto de padres con niños con discapacidades similares, comparta trucos, consejos y sobretodo apoyo emocional.
¿La discapacidad intelectual se cura?
El problema es que no es una enfermedad (solo a veces es consecuencia de alguna), por lo que no es posible curarla.
Una discapacidad de estas características limita el funcionamiento del niño en su entorno, no es algo que siempre permanezca igual, sino que con la ayuda adecuada un niño con una discapacidad intelectual puede mejorar en el entorno social, cultural y físico en el que desarrolle su vida cotidiana.
¿el niño podrá llevar una vida normal?
En efecto, y lo que debería de ocurrir es que lleveuna vida lo más normal posible: rodeado desu familia, en la escuela donde aprendan, en el trabajo que desarrollen, en su tiempo de juego u ocio…
Consejos para maestros
- La formación es primordial. Identifica, aprende y pon en práctica estrategias y técnicas que permitan ese apoyo educacional sobre el niño.
- Puedes cambiar la vida del alumno averiguando cada potencial e interés que tenga y poniendo a su disposición el camino a sus propios éxitos.
- Sitúa aquellas metas educaciones que consideres acordes para cada individuo.
- Intenta ser concreto y conciso en cada explicación. Demuestra con gestos y acciones lo que quieres decir en vez de simples instrucciones verbales.
- Divide cada tarea en pequeñas tareas que puedan hacer sin problemas una a una con la ayuda que necesiten.
- Otorga constante feedback al alumno, lo necesitará.
- Trabaja junto a los padres en todo lo que sea posible.
Juegos para niños con discapacidad intelectual
Los juegos que trabajan las discapacidades intelectuales en niños ayudan a reducir las limitaciones de los niños. El trabajo diario con estos niños mejora su calidad de vida. Es necesario que puedan realizar algunas tareas diarias por si mismo.
Los juegos de asociación como el juego «Aprendo a vestirme» ayudan a los niños a aprender una tarea que les proporcionará autonomía. Es un juego para interiorizar la secuencia de vestirse en cada una de las 4 estaciones del año. El juego de «los oficios» o «dónde viven los animales» conseguirán que afiancen conceptos y observen la relación entre las diferentes palabras.
Los juegos para el lenguaje son muy útiles para niños con discapacidad intelectual debido a que es una función que suelen tener menos desarrollada. El Juego del Soplo conseguirá que desarrollen un sistema respiratorio correcto que les permitirá articular correctamente. Los juegos de Método Logo Bit también conseguirán que se trabajen los problemas del lenguaje.
Por otro lado, los juegos sensoriales conseguirán que el niño desarrolle sus sentidos aprenda a escuchar con atención, a desarrollar el olfato o a discriminar a través del tacto.
Además, los juegos para matemáticas ayudarán a crear un sistema lógico en la mente de los niños con este tipos de discapacidades. Al ir trabajando con este material para logopedia conseguirán aprender jugando.
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